Pensamos que las harinas son malas; que son carbohidratos, nos estriñen y nos hacen aumentar de peso. Sin embargo... ¡esto solo es cierto para las harinas refinadas! Las harinas integrales y carbohidratos complejos son en realidad una parte importante de nuestra dieta que deberíamos implementar cada día. La recomendación diaria es de 6 onzas, de los cuales la mitad debería ser de harinas integrales.

Las harinas integrales y carbohidratos complejos son en realidad una parte importante de nuestra dieta que deberíamos implementar cada día.''

El problema de las harinas refinadas y el azúcar blanco es que son productos sometidos a varios procesos de separación que eliminan las partes con más valor nutritivo para que resulten más agradables al paladar y a la vista.

 Como resultado se obtiene un producto derivado que naturalmente deberíamos comer en poca cantidad (¡pero del cual terminamos consumiendo un exceso!). Lo mismo sucede con el azúcar blanco, donde su parte no refinada (azúcar moreno) resulta mucho más sano por conservar sus vitaminas y minerales.

Sus Beneficios

Lo que hace la harina integral superior es que ésta aún contiene la piel y la vaina de la semilla de trigo, partes de alto valor nutricional.

En 100 gr de harina integral encontramos 11gr de fibra, y en la harina blanca solo 2.7gr. Además la harina integral contiene 19 de los 20 aminoácidos esenciales, vitaminas del complejo B y E, lignanos, hierro, sodio, potasio, zinc y magnesio, entre otros.

¿Cómo mejora la salud?

• Nos protege de enfermedades degenerativas. Por los lignanos.

• Ayuda a prevenir cáncer. Por los aminoácidos que atrapan radicales libres.

• Mejora la digestión y ayuda con el estreñimiento. Por su alto contenido de fibra.

• Regula los niveles de azúcar en la sangre. Reduce la demanda de insulina.

• Reduce el colesterol.

• Limpia la sangre.

• Ayuda a los síntomas de menopausia.

Fuente: https://healthyeating.sfgate.com/recommended-whole-grain-intake-3482.html

Por Amanda Meléndez (amanda.melendez2.am@gmail.com)